Hoy las mariposas no vuelan cerca de mi. Extraño su aleteo simétrico y lírico, extraño sus colores difuminados entre las hojas de los romerales y los Nomeolvides de mi jardín. ¿Por qué no están acá sus imágenes endiosadas y sus almas alegremente inspiradas? No creo en otra compañía distinta a mis mariposas cuando camino en medio de los senderos frescos y bucólicos de las mañanas; no se ilumina mi sonrisa ni mis sueños se exteriorizan con otra compañera distinta a la Lepidóptera, quien me enseñó en el trascurso de la vida que del fango pueden nacer magnas bellezas, como el loto en el pantano o mi amiga misma luego de caer de la muerte crisálida y resucitar en el sepulcro santo, en forma de ángel policromático.
Sigo esperando por ti, ¿por qué no has vuelto? ¿Por qué tu dulzura son muestras de otros jardines? Celo tu belleza, celo tu vigor, celo tu energía. No me dejes morir sin ver tu último aleteo y tu último milagro hacia lo divinamente eterno..
